El número mágico 3

¿Cómo aprovechar la magia de este número para despejar tu mente?

¡Qué quebradero de cabeza!

¡Cuántas cosas que tenemos en la cabeza cada día! Nos impiden pensar con claridad. Nos impiden escuchar a nuestros niños y niñas. Nos impiden enfocarnos en lo prioritario.

Nada menos que ayer me pilló una compañera profe del cole donde doy clases arrastrándome hacia el segundo piso. La verdad es que no se debe al peso corporal, mi sensación de pesadez, sino a “lo pesado” que llega a ser mi cabeza con todo lo que se mueve en ella.

El reclamo de mi hija.

“¡Mamá, otra vez no has escuchado lo que he dicho!”. Qué más me queda que contestar: “Sí, hija, tienes razón. Me lo puedes repetir, por favor.” La verdad es que ni siquiera me había percatado de que me había hablado. En el ajetreo diario que llevamos es una tarea de titanes pasar tiempo de calidad con nuestros hijos.

Ese tiempo de calidad para mí, no es tiempo en el que hacemos cosas supermemorables o extraordinarios. Es aquel en el que estás verdaderamente presente. Lo que a partir de allí se hace, es secundario. Sencillamente, hablar, darse mutuamente masajitos en la espalda, jugar algo o dar un paseo.

Pensarás: “Si sí, todo muy bonito, pero ¿cómo lograré apagar en estos momentos el “run run” en mi cabeza?”.

Te doy 3 sencillas ideas que te ayudan a conseguirlo:

  • Usa la escritura: escribe todo lo que te pasa por la cabeza y que tengas que recordar en una libreta. La llamada a tu tía, la comida del gato que debes comprar, el plan familiar para el último fin de semana del mes, el regalo para el cumple infantil, lo que le ibas a contar a tu pareja en cuanto le veas. Si tu cabeza sabe que ya todo esto está “a salvo”, o sea apuntado en tu libreta, te va a dar un respiro.

  • Usa la respiración: para estar realmente presente, puedes practicar las 20 conectadas que enseñan Sara y Nacho (@respiratelo) en su instituto. Tomas 4 respiraciones por la nariz al 60/70% de tu capacidad pulmonar y la quinta al 100%, después otras 4 por la boca y nuevamente la quinta al 100%, repites los 5 por nariz y 5 por boca. Esto lo puedes hacer incluso junto con los peques. Os va a conectar superbién.

  • Usa la función “silenciar” en tu móvil: te costará al inicio. Incluso te puede dar ligera ansiedad no escuchar y tocar tu móvil. Pero con el tiempo, notarás como tu frecuencia cardíaca y respiratoria se serenan, si pones el móvil “en su lugar” como lo harías con un cuchillo que no estés usando en el momento que lo colocas en el cajón.

“Cuento hasta 3” no lo dicen las buenas madres, las malas sí.

Si quieres ser una mamá muy consciente, seguro que te chirría escuchar “Cuento hasta 3” e incluso más decirlo tú misma. La mala fama de “Cuento hasta 3” radica en el hecho que se usa, en forma amenaza, “Cuento hasta 3 y si no…. Entonces…”

Lo curioso es que “Cuento hasta 3” funciona aún sin la amenaza.

¿Por qué?

Contar hasta tres te ayuda a centrarte. El enfoque en algo muy concreto se delimita en un plazo corto de tiempo. Esto es sumamente útil, es más, es uno de los elementos para crear hábitos. Relacionándolo con lo que planteé antes, ayuda al peque a estar presente en lo que toca en este momento.

Aunque sientas reticencia, te propongo ir experimentando, para ver si te es útil y encuentres la forma para aprovechar esta sencilla herramienta con tus hijos, sin entrar en conflicto con tus principios de educación. 

Y en general, te recomiendo que te quites presión a ti misma, no intentes ser la mamá perfecta. 

También las mamás tenemos “fallos” y limitaciones. Ser mamá es un proceso, no un estado determinado. Somos humanas y créeme, que casi siempre los niños y niñas están más dispuestos a aceptarnos con todo, incluyendo nuestras imperfecciones. Si dejas de intentar ser perfecta, te vas a sentir más aliviada, vas a reírte más y pasar mejores ratos con tus hijos.

Cuento hasta 3” te puede servir incluso aplicándolo contigo misma. 

Si percibes que la procrastinación te quiere desviar de tu plan, puedes contarte a ti misma. Yo lo hago. Me digo: “1, 2, 3, culo para arriba.” Todo el mundo que me escucha, se ríe y yo también. Y con ello ya he entrado en movimiento, movimiento físico y emocional.

Jugar con el número 3.

Contar hasta 3 es una de las primeras cosas que aprende un niño para familiarizarse con el emocionante mundo de los números. Contar hasta 3 se considera un juego. Si todo lo de los números comenzó como un juego, ¿por qué hay tantos adultos que tienen muy arraigada la creencia “Soy malo con los números.”?

A lo largo de nuestra “carrera escolar”, el trato con los números recibe un sitio claramente determinado en las matemáticas. Por la manera en la que se enseñan en el sistema educativo tradicional las matemáticas, la mayoría de personas desarrollan una aversión a dicha materia, que incluye un rechazo a los números. Esta aversión sirve de justificación para no hacerse cargo de las finanzas personales.

¡Todo esto es una grandísima pena! 

Los números están relacionados y presentes tanto en la música cono en las artes plásticas. Los números tienen una inmensa utilidad en nuestro día a día. Solo fíjate una sola mañana, en cuantas ocasiones usas números, te cruzas con números, te ayudan números. ¿Cómo puedes decir que eres malo con los números?

El número tres tiene mucha historia, en la filosofía griega, en las diferentes religiones, en culturas del pasado y en la actualidad. 

Te propongo que investigues de forma lúdica con los más pequeños de la casa, el número tres. 

Vais a flipar con la cantidad de información interesante que vais a encontrar.

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Los 3 pilares de unas finanzas estables